martes, 10 de noviembre de 2015

DE REPENTE DESPERTÉ

Ya, ya sé que hoy tendría que estar hablando de mis entrenos semanales, o de la victoria de Gómez Noya en Bahamas, poniendo el broche a la temporada si es que aún no lo tenía (enlace) o, si me apuras, de la chulería y prepotencia de un tal Rossi pasándose la gala de premios del Mundial de Motos (donde por cierto él también estaba premiado) por el forro con una pataleta de niño pequeño y mal perdedor (lo que diferencia a los grandes de verdad). Y sí, también sé que esto es un blog de triatlón, un espacio en dónde hablo única y exclusivamente de deporte, de lo que a mí me gusta, ahora también de trail, de piragüismo y de todas esas locuras que se me pasan por la cabeza, porque si hablara de cómo está el mundo y de todas las injusticias que veo no tendría tiempo ni para dormir.
Pero hay veces en las que toca saltarse las normas. Hoy es una de esas veces. Como dice una de las canciones de Melendi, la que da título a esta entrada, hoy me gustaría despertarme y al abrir los ojos ver ese
 "mundo ideal" que algunos soñadores confiamos en que llegue algún día, ese mundo en el que los poderosos de turno que mueven los hilos del mundo se preocupen de algo más que sus negocios y dejen de gastarse el dinero en armas y drogas para transformarlo en dinero y comida para los que lo necesitan. Y hablo de los poderosos pero no hace falta irse muy lejos, léase cualquier "alcalde de turno", concejal, ministro... que se llenan los bolsillos sin importarles toda esa gente de su alrededor que se muere de hambre.
Perdón, no me quiero enrollar. Al lío. Hoy lo único que quiero es difundir y mandar todo mi apoyo a mi compañero de equipo Pope, que está pasando por una situación que no se la deseo a nadie. Su hija tiene una de esas "enfermedades raras"; sí, sí, de esas en las que todo el mundo se lava las manos y que gracias a la política de este país, existen tantos tribunales, ministerios y diputaciones que pueden estar 60 años pasándose la pelota 
unos a otros antes de mover un dedo para ayudar o solucionar el tema. Lo de siempre. Aún encima, no son capaces de diagnosticarle la enfermedad, por lo que no puede recibir las ayudas pertinentes y para mayor vergüenza, ni sus propios jefes (es Guardia Civil) le ayudan para que pueda tener un horario digno y poder llevar a su hija a los tratamientos. En fin, un despropósito, de los miles que hay a diario y que cuando te toca de cerca te hace un nudo en el estómago que cuesta unos cuántos días sacarlo.
Como ya he dicho, ojalá que en diciembre mi papeleta sirva para cambiar algo y que, como dice Melendi, podamos despertarnos y ver que existe algo mejor que este despropósito de sociedad, en donde el dinero, la envidia y la prepotencia están por encima de la amistad, la empatía y la humildad.
Mucho ánimo Pope, estoy seguro que lo conseguirás. Aquí os dejo el enlace a la noticia: ENLACE

PD: Y aquí la canción de Melendi, toda una declaración de intenciones... ¡hasta mañana!




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