sábado, 23 de enero de 2016

104ª y 105ª COMPETICIONES: TRAIL RUN FESTIVAL: FELIZ EN EL BARRO

Sábado,  16/1/16, 18:30 h.
BUHO TOTAL TRAIL 
Lugar: Pola de Siero (Asturias)
Distancia: 9 km (600 m. desnivel acumulado)
Dificultad: media (de noche, mucho barro)
Inscripción: 10 euros
Tiempo: 50' 36"
Tiempo del 1º: 46' 08" (- 4' 28")
Puesto: 12º de 189
Avituallamientos: en meta: agua, fruta, isotónico
Trayecto desde Betanzos: 2h 30' - 270 km
Puntuación: 9/10
Repetiría: SI
CLASIFICACIÓN

Domingo, 17/1/16, 10:30 h.
SUBIDA PICU FARIU
Lugar: Pola de Siero (Asturias)
Distancia: 22 km (1700 m. desnivel acumulado)
Dificultad: media - baja
Inscripción: 20 euros
Tiempo: 2h 00' 27"
Tiempo del 1º: 1h 47' 39" (- 12' 47")
Puesto: 22º de 210
Avituallamientos: agua, geles, barritas, isotónico, fruta
Trayecto desde Betanzos: 2h 30' - 270 km
Puntuación: 9/10
Repetiría: SI
CLASIFICACIÓN

Y por fin llegó el día. Se acabó la pretemporada y empieza la fiesta. Nunca mejor dicho. Elección perfecta. Una feria del trail con 2 pruebas en un fin de semana con buen tiempo... ¿se puede pedir algo más?
13:00 h. Salimos Patri, Laura y un servidor a pasar un fin de semana inolvidable en Asturias. Recogemos a Pablo, que se ha animado en el último momento, y antes de llegar paramos a comer en Ribadeo. Nervios porque ya vamos un poco justos. Desembarcamos el equipaje en Oviedo, dejamos a las chicas y nos vamos a Pola de Siero a estrenar el frontal. Llegamos a la "zona 0" 45 minutos antes de la salida, con tiempo para ver la feria por encima (un montón de stands y gran ambiente), recoger los dorsales e ir al coche a dejar todo y a prepararnos para la 1ª batalla. 
18:15 h. Frío. El sol se aleja y los manguitos no son suficientes. Ahora hay que aguantar. Trotamos un poco, probamos el frontal y los nervios aumentan. Me despido de Pablo y me coloco en filas delanteras entre más de 200 corredores. Mucho público. Miradas de tensión, risas, gps activado y... ¡acción!
Mimá, como corre la gente. El "Búho Trail" solamente son 9 km, pero la mayoría salen como si fueran llanos. Intento no perder demasiado a los primeros, pero después de zigzaguear por el pueblo y salir al carril bici del paseo ya he perdido de vista a unos cuántos. Tras casi 2 kilómetros de asfalto, giro a la derecha, bordeamos un campo de fútbol, tomo contacto con el barro y... ¡al monte! En mi cabeza, no sé por qué, pensé que sería un "paseo", un recorrido llano, pistero, como un aperitivo para el plato fuerte de mañana. Nada más lejos de la realidad. Entramos en el monte, oscuridad total, frontal a tope y obstáculos por todos lados. En la primera bajada me pasan 3 y el último casi me tira, aquí no se lleva lo de avisar para dejar paso. Toca ponerse el mono de faena. O espabilo o me comen las papas.
Reseteo la neurona y me meto en situación. Barro para aburrir, noche cerrada, árboles, bajadas, subidas... arriesgo. Pillo un grupito curioso y me pongo a rueda, intentando seguir sus pasos; me cuesta, hay continuas subidas y bajadas que patinan un montón y derrapo seguido. Ni de lejos era lo que esperaba. ¡Mejor! En las subidas vamos pasando gente y para abajo mantengo el tipo, recortando los metros en los pequeños llanos de respiro. Ya voy de barro hasta las orejas y aún no van ni 3 kilómetros; eso sí, el frontal va de cine. Las señales se ven bastante bien, pero aún así prefiero mantenerme detrás porque si voy sólo seguro que me pierdo. Derrapo en una bajada, en otra me agarro a un árbol, subimos una zona de cuerdas con las pulsaciones a 200... no hay 5 segundos de tregua.
Sobre el kilómetro 5 ya estoy habituado a tanto meneo. Empiezo a sentirme cómodo y del grupo sólo quedamos 3. Los otros 2 comienzan a flaquear, pero no quiero quedarme sólo y como no veo a nadie más adelante los animo a empujar. Nada, tengo más ritmo. Así que en una subida pido paso y me hago el Tarzán, sólo en medio de la jungla. Ahora, además de mirar el suelo toca mirar las señales, buena práctica de orientación nocturna. 500 metros después me quedo sólo y cruzo los dedos para estar yendo por el camino correcto. Pero un poco más adelante no veo señales y decido parar en seco a esperar a los de atrás. Qué rabia. 30 segundos después, justo cuando van a llegar, arriesgo por un lado y parece que acierto, me siguen. Vuelvo a ver las señales y aprieto de nuevo. Ahora toca bajar y surfeo como puedo, aún no sé cómo no me caí. Las Leadville en seco van de lujo pero aquí parezco un patinador. De todas formas, tal como está el terreno, con 
cualquier zapa me habría pasado. Después de una larga bajada veo a gente animando y dicen que ya no queda nada de monte. Eso me anima y aumento un puntito, jugándome los tobillos. Miro hacia atrás y no viene nadie. Por delante tampoco. Aún así, en este escenario es imposible relajarse y sigo a tope. Por fin, después de embarrar las zapas por última vez, salgo del parque de atracciones y veo el campo de fútbol. Toca volver por el mismo camino. Sigo sin ver a nadie pero no me dejo nada. A falta de 1 kilómetro pienso en la carrera de mañana y empiezo a guardar, echando la vista atrás cada 200 metros. Entro en el pueblo y muy contento veo el recinto ferial... ¡cuánta gente! Empiezan a aplaudir y se me pone la carne de gallina. Bordeo el recinto, el speaker dice mi nombre, la gente golpea las vallas... ¡subidón! Un momento increíble, de los archivados en la retina en la sección "imborrables". Entro en la 12ª posición, con
un tiempo de 50' 36", a 4' 30" del ganador, pero con la sensación de hacer un podium. Y lo mejor, llegaba a la prueba sin saber si podría correr por una sobrecarga en el sóleo y casi ni me molestó... ¿se puede empezar mejor la temporada?
Como Pablo aún iba a tardar un poco, aprovecho para darme un masaje y ver un rato la feria. Menos mal que no tarda mucho, porque ya me empezaba a coger el frío. Vamos al pabellón, duchita caliente y de vuelta a Oviedo a lavar las zapas y ponerlas a secar para el día siguiente. Salimos a cenar con una sonrisa de oreja a oreja mientras cojeo con un dolor bastante fuerte en el sóleo. Confío en que un buen masaje de Patri arregle la situación para mañana.

8:30 h. Me levanto. Piso. Increíble. No me duele. Desayuno, me preparo y voy a recoger a Pablo, de nuevo hacia Pola de Siero. Esta vez toca subir "el Picu Fariu", 22 km que nos marcarán en qué lugar estamos en este inicio de temporada. Las piernas parece que no se quejan por el esfuerzo de ayer y solamente noto una ligera molestia en el sóleo al calentar. Además, hace buen día; tanto, que 30 segundos antes de darse la salida decido no llevar el cortavientos y me lo quito a toda prisa mientras dan el pistoletazo. Pablo se parte de risa mientras se lo lleva corriendo a un stand de la feria y yo me pongo de nuevo el dorsal, viendo a lo lejos a la cabeza de carrera. Pies para que os quiero. Salimos del pueblo y ya para arriba. Pisamos monte mucho más rápido y la falta
de calentamiento me enciende el pilotito rojo de "tranquilo, queda mucho". No me ciego y busco un ritmo "cómodo" para la subida. Voy pasando gente y buscando mi grupo. Hay menos barro que ayer, pero tampoco es un pisteo. A los 4 km ya debo ir bastante delante porque pasamos el primer avituallamiento sin parar, buena señal. Imito y paso de largo. Después de una bajadita, iniciamos la ascensión. A subir a ritmo. Sin quererlo, formamos un pequeño grupo y llegamos al 2º avituallamiento. Aquí sí que aprovecho para beber un vaso de isotónico y otro de agua y a seguir. Cada vez el monte se pone más vertical, manos los cuádriceps y a caminar. Uno intenta correr, pero tras una pequeña caída se une a la procesión, nos juntamos más de 10 en fila india. En un pequeño llano aprovecho para avanzar y nos
quedamos 3 en el último tramo, en el que hay que mirar bien dónde pisas para no torcerte el tobillo. Parece que no voy tan mal porque los paso y me acoplo a otros 2 que van más adelante. Y después de más de 30 minutos subiendo, levanto la cabeza y veo a un montón de gente en lo alto. Debe ser el Picu Fariu. Efectivamente, entre aplausos coronamos tras 1h 08' en torno al puesto 30º. Se acabó lo bueno, toca sufrir bajando. Efectivamente, en los primeros 100 metros ya me quitan las pegatinas y los pierdo de vista. Pero es que hay mucha piedra y zanjas y no arriesgo. Queda mucho y es la primera de la temporada (segunda con la de ayer). Larga bajada y en el llano cazo a un par de corredores. Me uno a ellos pero en la siguiente bajada me dejan de nuevo. Qué rabia. O aprendo o no hay nada que hacer. En fin, sigo pisando huevos y en el llano los cojo otra vez. Se acabó lo más técnico y en un repecho me voy. Paro a beber en el avituallamiento, repostaje rápido y sigo. Quedan 7 km y aunque las piernas van justitas remonto posiciones y voy buscando objetivos. Estamos en una zona de llaneo, asfalto, repechos pequeños... mi terreno favorito. Aprieto el turbo y aunque entro en la reserva sé que toca echar el resto. Así que paso el último avituallamiento sin parar y ni hago el amago de tomarme el gel que llevo, rezando para que no me dé una pájara por listo.
No es así y a falta de 3 km, en una bajada larga y sin peligro aumento distancias y me quedo igual de sólo que el día anterior, sin nadie por delante ni por detrás. Así hago el último tramo y entro en el pueblo con un par de objetivos a la vista pero totalmente inalcanzables, así que "me relajo" y me acerco al recinto ferial con ganas de terminar, las piernas piden gasoil. Y aunque no me emociono tanto como hace unas horas, entro en meta muy satisfecho en el puesto 22º, tras 2h y 27 segundos de puro trail, acabando fuerte y, lo que es más importante, sin dolores ni lesiones. Objetivo cumplido.
Bebo un poco, recupero fuerzas y como Pablo aún va a tardar un rato decido irme a duchar. Qué diferencia, casi no hay nadie, unas horas antes en aquel mismo vestuario no había sitio ni para caminar. Duchita caliente, todo a la mochila y vuelta a la "zona 0". Pablo acaba de llegar, vaya crack, acabó mucho antes de lo
esperado. Mientras se va a duchar aprovecho para ver un poco la feria, animar a los que llegan y cuando vuelve cogemos información de futuros retos y hacemos algunas compras. De vuelta a Oviedo, nos vamos a comer todos juntos y después de un fin de semana muy intenso volvemos a Betanzos con la satisfacción de haber empezado la temporada a lo grande y con muchas ganas de continuarla así... ¡nos vemos en la próxima!

 - FERIA DEL TRAIL, CON UN MONTÓN DE STANDS, TIENDAS... ¡UNA PASADA!
- APARCAMIENTO CERCA DE LA FERIA
- RECOGIDA DE DORSALES SIN MUCHAS COLAS
- RECORRIDOS MUY CHULOS, EL DE LA BÚHO ESPECTACULAR
- DUCHAS CON AGUA CALIENTE, UN PUNTAZO
- AVITUALLAMIENTOS PERFECTOS, SIN LUJOS PERO SUFICIENTES (Y CON "ESPICHA" FINAL)
- GRAN AMBIENTE, COMO CASI SIEMPRE
- INFORMACIÓN WEB CLARA Y PRECISA
- HORARIO DE LAS PRUEBAS, SIN MADRUGONES
- CHARLAS Y ACTIVIDADES DURANTE EL FIN DE SEMANA, GRAN ORGANIZACIÓN


- DUCHAS A 500 METROS (EN SUBIDA), ES POR PONER ALGO
- LA SEÑALIZACIÓN EN LA BÚHO NO ERA PERFECTA, PERO ES QUE NO HABÍA 50 METROS RECTOS, DE NOTABLE
- SIN GUARDARROPA, ME EXTRAÑÓ BASTANTE

2 comentarios:

  1. Vaya tiempazos Jose... enhorabuena!! Alguno ya dábamos lo que fuera por terminar temporada como tú la empiezas. A darle caña!! Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Gracias! Todo es ponerse; como dice el refrán... ¡el que la sigue la consigue! A ver si nos vemos en alguna prueba! Saludos!

    ResponderEliminar