jueves, 2 de julio de 2015

93ª COMPETICIÓN: AVIAMAN: MENOS ES MÁS

 Domingo, 14/6/15, 9:00 h.
AVIAMAN (Leiro, Orense)
Distancia: 1.2 km (1,5 v.) + 65 km (1 v.) + 14 km (3 v.)
Dificultad: media (bici dura, 2000 +)
Inscripción: 60 euros
Tiempo: 4h 06' 41"
Tiempo del 1º: 3h 30' 21" (- 36' 20")
Puesto: 29º de 95
Avituallamientos intermedios: agua, isotónico, plátano
Avituallamiento final: agua, fanta, sandwich, fruta
Trayecto desde Betanzos: 1h 30' - 151 km
Puntuación: 9/10
Repetiría: SI
CLASIFICACIÓN

Lo 1º que tengo que decir y muy clarito es ¡GRACIAS BEARIZ TRIATLÓN! Y por varios motivos. El más importante, por hacernos disfrutar de un triatlón como este, único en Galicia. Y en lo personal, por demostrarme que sois muy grandes, tanto por la organización de la prueba como por darme la posibilidad de participar en ella cuando mis opciones unas horas antes eran escasas. Y como siempre, vamos por el principio.
Como la prueba me pilla un pelín lejos, decidimos hacer noche en O Carballiño (a 15' de la salida) y justo antes de acostarme voy a repasar de nuevo la mochila... Increíble, bajonazo... ¡me olvidé el neopreno! 11 de la noche. Neopreno obligatorio. Esto sólo me puede pasar a mí... Dudo si volver a casa a por él (2 horas ida y 2 de vuelta), pero decido probar la vía de las redes sociales. Mando wasaps a los del equipo por si alguien anda cerca y consigo que mi compi Pope me lo deje en Santiago (a 1 hora). Aún así, se me enciende la bombilla y decido mandarle un mensaje a Rómulo (Roni para los amigos) del Beariz Triatlón, club con el que me federé mi primer año y organizador de la prueba (casualidades de la vida). Con la suerte de que me contesta y 30 minutos después ya tenía varios neoprenos para elegir. Muy grandes.
Con estos preliminares llegué a Leiro a las 8 de la mañana con la única idea de disfrutar, porque horas antes me veía fuera de carrera. Además, el día estaba complicado, amenazando lluvia y con el suelo mojado, así que el sector ciclista iba a ser divertido. Voy a boxes a dejar todo y recoger "mi neopreno" (aún encima me dicen que les siguieron llegando "ofertas" y tenían más... ¡mil gracias!), me encuentro al resto de la tropa rojilla (nos han puesto a todos juntos en el box, buen detalle) y hablamos sobre qué ropa llevar en la bici tal y como está el día. Decidimos poner chaqueta todos menos nuestro crack Iñaki que va a por la carrera aunque no está entre los favoritos. Dejamos todo colocado, me pongo el neopreno (aún encima me dejan uno mejor que el mío y me entra como un guante, sin necesidad de bolsa de plástico ni nada... ¡qué pasada!) y de camino hacia la salida
cometo un error. Había 2 opciones: caminar hasta el río o ir nadando. Tal y como estaba el día y lo fría que aparentaba el agua pues seguí a la mayoría, a andar, de charla con los del "Esteiro Team" que también se habían apuntado a la fiesta, en esta ocasión Juan y Edu. Pero los más de 500 metros por la acera, hierba con pinchos y sobre todo el meneo en el puente colgante me dejó las plantas de los pies machacaditos, con un pequeño dolor en la lesión que tuve el año pasado en la fascia del pie. Mal rollo. Aún encima, llego de los últimos y tengo que tirarme rápido al agua pasando por un estado de semi-congelación los 5 primeros segundos que meto la cabeza. ¡Qué fría! Doy 4 brazadas hasta la zona de salida (dentro del agua) y sin tiempo para más, ni calentar, dan la salida... GO!
SECTOR NATACIÓN (1.2 km, 1,5 vueltas)
No me lo puedo creer, me pongo en la penúltima fila y nada más salir el de atrás se me sube encima, ¿tendrá algún retraso? En fin... me paro, dejo que pase e inicio la natación, intentando que mis músculos reaccionen y poco a poco voy cogiendo mi ritmo. El sector de natación no es complicado, el río Avia es un plato y hay que dar 1 vuelta y media a una especie de rectángulo dejando las boyas a la izquierda, perfecto para buenos nadadores, que no es el caso. Al menos consigo nadar cómodo y veo como los primeros ya vienen de vuelta a falta de unos 100 metros para el giro. Remonto algunas posiciones y me voy encontrando mejor, ya no me parece que esté tan fría y acabo disfrutando del chapuzón, saliendo por la complicada rampa de subida y parando el crono en
19'45", parcial 61, a más de 5 minutos de los primeros. El trámite había pasado. Llego al box y allí están Jesús y Pablo en pleno "probador"; que si pongo chaqueta, guantes, manguitos, calcetines... sale Jesús mientras me seco los pies, Pablo mientras me pongo la chaqueta y tras girar el portadorsal hacia atrás salgo a conquistar el mítico "coto de Xarotos" con mi MMR sin acople y mis Mavic perfil 50... ¡a volar!

SECTOR CICLISTA (65 km, 1 vuelta)
Cruzamos el pueblo de Leiro, único kilómetro llano y tras una rápida mirada al cielo que parece que va a dar tregua inicio la subida al 1º puerto del sector, Pena Corneira, algo más de 7 km al 6,5%. La verdad, no es un puerto demasiado complicado. Al hacerlo nada más salir y tener "descansos" sin fuertes pendientes se hace bastante bien. Como siempre, en los primeros
kilómetros me pasan los ciclistas que aún nadan peor que yo, vaya forma de dar pedales!! A la mitad de la subida paso a Jesús pero no veo a Pablo, debe ir como una moto. A ritmo corono Pena Corneira y poco después subo el "Alto do Sifón", casi 4 km a poco más del 5% medio de desnivel. La verdad, casi ni me enteré que lo pasaba, al ir en solitario y sin carteles ni gps no sabía ni dónde estaba pero no me pareció mucha subida. Por ahora me voy encontrando bien aunque no hay descanso, todo es subir o bajar. Ahora toca apretar frenos por una carretera local un poco bacheada y en la que tengo algún susto a pesar de ir apretando los frenos a tope. Y ahora sí, llego al plato fuerte, la subida a Xarotos, casi 7 km con un desnivel medio de un 8.4% y rampas por encima del 20%... La verdad es que cuando empiezo a subir no sé ni dónde estoy, llevo kilómetros solo pasando a algún ciclista y después de subir un 
rampón considerable que empieza a torturarme las lumbares, cazo a Juan de Esteiro y nos informan que estamos subiendo Xarotos y que "sólo" quedan los 3 últimos kilómetros, los más duros. Yo no me lo creo. ¿Ya he subido más de la mitad del puerto? Pues menos mal, porque creía que lo anterior era el "Alto de Sifón" y no sé si me iban a dar las piernas. Contento por la compañía y por lo poco que quedaba nos ponemos a charlar un poco hasta que la carretera se inclina de más y solamente podemos jadear y rezar para que se acabe cuanto antes. Ni de broma. Los que hicieron la carretera quedaron a gusto. Y no andaban en bici. Vaya tortura. Con el Sol pegando en lo alto, marcas en el suelo con un tal "19%" y unas curvas de herradura míticas de los etapones del Tour de Francia no puedo hacer otra cosa más que retorcerme en mi 34x25 levantando la cabeza y sabiendo que aún queda un mundo. Lo bueno es que hay una curva cada 200 metros, pero tras el giro hay otra, otra... interminable. Al menos sufro en compañía y no debemos ir tan mal porque cazamos a 2 de los de "bicis pros". A falta de 1 km para coronar mi espalda está a punto de estallar pero no hay descanso, o me bajo y subo andando o aprieto los dientes. Opto por lo segundo y confío en que mi cuerpo aguante el machaque. En algún momento casi no soy capaz de pedalear pero metro a metro voy aguantando y conseguimos coronar después de más de 20 minutos de etapa grande de alta montaña (ojalá hubiera tenido un 28...). Pasamos por delante del único avituallamiento en bici, que no
sé ni lo que había porque con la alegría de no parar y después de hacer un par de kilómetros en llano hasta llegar allí decidimos seguir porque hacía fresquito y pensamos que ya quedaba poco. Tocaba bajar. No voy a decir que fue peor que subir, pero casi. Mucha curva, algo de frío, demasiada velocidad... tocó quemar freno y escuchar cómo cantaban mis mavic de carbono. Así durante unos cuántos kilómetros donde nos pasaron algunos ciclistas que arriesgaban más que nosotros (no es difícil) y ya en el tramo final de la bici enlazamos con el tramo de ida y tocó volver a subir Pena Corneira pero al revés, 6,5 km al 4% de desnivel medio. El machaque de piernas era considerable pero las ganas de llegar y el saber que lo peor ya había pasado hizo que pusiera la marcheta y Juan se puso a rueda. Zapatilla y a cazar corredores. Al igual que la 1ª subida, no es un puerto duro si llegas con fuerzas y con un desarrollo adecuado, con mi 34x25 más que de sobra. Coronamos y ya sólo quedaba otra bajadita peligrosa de las de dolor de manos de tanto apretar los frenos y subir un mini-puerto de 1 km al 6,5%. Aquí me vi tan sobrado que lo hice a plato, os podéis imaginar que no era muy duro. Aún así eché el resto para llegar a la T2 parando el crono de este sector en 2 h 50' 40", parcial 43; no está mal pero casi 30' más que mi compi Iñaki (que a la postre fue el ganador) y el mismo tiempo que mi compi Pablo al que no dí cazado en toda la bici, vaya carrerones se marcaron. Y tras despedirme de Juan al bajar de la bici y colocar a la flaca en su sitio, fuera casco y gafas
chaqueta, coger un gel, poner las zapas, giro de dorsal y... ¡a remontar!

SECTOR CARRERA (14 km, 3 vueltas)
Por delante, 3 vueltas a un circuito "llano" por los alrededores del río, pero con trampa: tramos de tierra, escaleras, giros continuos y sobre todo una zona incómoda y resbaladiza de piedras en las que tenías que ir muy atento para no jugarte un tobillo. A pesar del machaque en la bici las piernas no van tan mal. Eso sí, al principio les cuesta coger ritmo. Pero en cuánto veo a mi compi Pablo en el puente a unos 300 metros se activa el modo caza y captura y acelero a remontar puestos. Ya no hay vuelta atrás. A tope. Cruzo el puente, paso una zona de tierra, las piedras resbaladizas y de nuevo en la zona de tierra ya lo tengo a menos de 50 metros. Cruzamos otro puente y lo cojo. Hablamos un poco y se pone a rueda. Vamos así
durante 500 metros por una zona de "trail" llana hasta que escucho un "dale Jose" y se queda. Así que decido apretar un puntito más y buscar nuevos objetivos. Subo por unas casas, callejeo por Leiro y enlazo con la larga recta hacia meta pegada al río por donde se hizo la natación. Paso por meta y allí está Patri con los de Esteiro animando un montón. Me tomo el gel con cafeína, bebo un vaso de agua y sigo fuerte, con ganas y paso a Roni, al que le aviso que aún me queda otra vuelta, para que siga tranquilo y no trate de seguirme (él estaba peleando por el top-10, qué crack). Ahora que ya conozco el circuito sé cuando tengo que apretar y cuándo regular, aunque no me concedo muchas licencias y llevo la máquina a pleno rendimiento, por lo que no dejo de adelantar a corredores sabiendo que estoy haciendo una buena remontada. Parece que el tri del Bierzo de la semana pasada no pasará factura y el ritmo es bueno. Además, los ánimos de la gente en algunas zonas siempre ayuda y ni siquiera la zona de piedras resbaladizas me quita la sonrisa. Mientras voy por el borde del río escucho como mi compi Iñaki gana la prueba... ¡con 23 años! ¡vaya futuro! ¡y vaya presente! Avanzo aún con más ganas y completo la 2ª vuelta escuchando "¡buen ritmo!", "sigue así" y me dispongo a dejarme el resto en la última vuelta. Aquí cazo a alguno que intenta pegarse a mi estela pero consigo "dejarlos de rueda" acumulando lactato y gotas de sudor a partes iguales, las piernas ya no están para muchas alegrías y hay algún momento en que decido aflojar un pelín para 
tener un último cartucho en la última recta hacia meta. En el callejeo por la ciudad  cazo a los 3 últimos corredores que apretaron para que no los pillara pero lo consigo e iniciamos la recta final de unos 500 metros los 4 juntos, con los gritos de ánimo de Jacobo del Beariz. Cambio de ritmo y solamente me sigue uno, los otros 2 ya ni lo intentan. Mantengo y el que viene conmigo acelera aún más. Intento seguirlo pero no puedo, va demasiado fuerte y decido aguantar a 4 o 5 metros para pegar el hachazo final. Pero pasan los metros y el otro no cede, sigue a tope y mis piernas no dan más, así que me conformo con aguantar la posición y entro en meta en el puesto 29º con un crono de 4h 06' 41" (con el 7º parcial de carrera en 56' 16"). Fundido. Pero muy contento. Allí está Patri, que me cuenta que ganó Iñaki y que he entrado entre los 30 primeros. Mientras voy a coger el avituallamiento entra Pablo a sólo 3 minutos (vaya mejora con respecto al año pasado) y nos quedamos charlando un rato. También entra Juan el de Esteiro y cuando empieza a hacer acto de presencia el frío decido ir a darme una duchita (increíble, no había casi nadie y el agua estaba caliente!!) y volver después a la zona de meta a devolver el "neopreno salvador" a la novia de Ronie... ¡les debo una (y de las buenas)! Me quedo un poco más pero Jesús aún no ha llegado y como se hace tarde nos vamos a comer con la emoción de haber participado en uno de los tris más duros y bonitos desde que estoy metido en esto. Sin duda que es de los de repetir. Y espero poder hacerlo.
 - Organización de lujo, por y para el triatleta
- Aparcamiento cerca de salida/meta
- Sin colas para los dorsales
- Duchas con agua caliente
- Circuitos chulos, el de la bici de etapón ciclista
- Ambiente, entre amigos
- Speaker, qué forma de animar, otro lujo
- Tramo hasta salida de la natación complicado, mejor ir nadando
- Tramos de carrera algo peligrosos con las piedras mojadas
- Algunas bajadas en bici algo peligrosas para un torpón como yo
En resumen, es difícil dar más por menos. Un triatlón hecho por la "familia del Beariz" que sin duda se ha convertido en todo un referente en Galicia por algo. Y a nivel personal estaré eternamente agradecido a Ronie y compañía por su amabilidad y compañerismo que me permitieron participar y disfrutar de una prueba única y a la que seguramente volveré dispuesto a coronar de nuevo el mítico "Coto de Xarotos"... ¡hasta la próxima!



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