lunes, 25 de mayo de 2015

90ª COMPETICIÓN: I TRIATLÓN ATLÁNTICO DE BAIONA: CON GANAS DE MÁS


Sábado, 16/5/15, 16:00 h.
I Triatlón Atlántico de Baiona
Lugar: Baiona (Pontevedra)
Distancia Olímpica: 1.5 km (1 v.) + 40 km (2 v.) + 10 km (3 v.)
Dificultad: baja (viento en el agua y en bici)
Inscripción: 30 euros
Tiempo: 2h 25' 53"
Tiempo del 1º: 1h 55' 42" (- 30' 12")
Puesto: 73º de 319
Avituallamientos intermedios: agua en carrera a pie (1 por vuelta)
Avituallamiento final: bocata jamón, powerade, agua, fruta
Trayecto desde Betanzos: 1h 45' - 180 km (+ peajes)
Puntuación: 8.5/10
Repetiría: SI
CLASIFICACÍON
Preparados, listos... ¡comienza el tri! Y es que ya había ganas. Y no creo que mejor sitio para hacerlo. Campeonato gallego distancia olímpica sin drafting y en un sitio tan espectacular como Baiona. Buen día, gran ambiente... ¿qué más se puede pedir? Ah, sí, empezar por el principio.

PREVIA DE LA CARRERA
11:00 AM. Como la prueba se disputa a las 4, no hace falta madrugar y para ahorrarnos los 20 euros de peajes hasta Baiona decidimos ir por carretera. Mala elección. El camino se hace interminable y tardamos casi 3 horas en llegar, sin contar la parada para comer. Así que con lo que nos costó aparcar, con un día de escándalo y una boda al lado del Parador pues... casi llego tarde a la prueba!! Apuro y a las 15:30 h. estaba colocando los dorsales y dejando la bici en boxes, con la gente ya caminando hacia la playa. Por suerte, en mi cabeza tenía la idea de divertirme y no
estaba agobiado, menos mal. Aún así, Patri me metía prisa viendo que estaban casi todos en la playa. Ni me acordé de mirar dónde había dejado la bici en la T1 para cogerla después rápido. Bueno, es igual, ya la encontraría, "será de las pocas que queden", pensé. Me pongo el traje, las chanclas porque el suelo quema y llego a la playa 5 minutos antes de la salida. Perfecto, 5 brazadas y listo. Entro al agua. Perfecta. Miro hacia la orilla y la imagen es de postal, cielo azul, mar, parador de fondo y un montón de tricolegas preparados para tomar la salida. Una suerte estar ahí para vivirlo. Mandan salir, me despido de
Patri y me coloco "al fondo a la derecha", como siempre. Allí me encuentro a Pablo, de mi club (también estaba Jesús) y me quedó allí hablando un rato con él hasta que dan la salida. Ahí van, todos corriendo y yo... pues con calma, aún más cuando tengo que pararme después de 2 brazadas a recolocarme las gafas. Ahora sí... ¡a nadar!

SECTOR NATACIÓN (1.5 km - 1 vuelta)
El sector de natación no es el habitual; se sale desde una playa enfrente del Parador y después de hacer un rectángulo mar adentro se sale por otra playa más a la derecha, a 1 sola vuelta. Mis expectativas no eran demasiado altas, pero tenía ganas de comprobar en qué punto estaba nadando, puesto que llevo un par de meses "rascando la barriga" en el agua.
Así que con mi espacio encontrado salgo en línea recta buscando referencias entre los barcos amarrados. Después de 100 metros me encuentro cómodo, demasiado, voy pasando gente y me parece que estoy nadando en Miño, como si la carrera no fuera conmigo. Ni un golpe, ni agobios... se nota que salgo detrás de todo. Otros 100 metros y sigo igual, disfrutando. Pero al salir del abrigo del dique y los barcos todo cambia. Al llegar a Baiona la imagen no era muy halagüeña; el viento era bastante fuerte y había un oleaje curioso. La suerte es que la peor pinta estaba del otro lado del Parador, por el nuestro estaba más recogido. Pero a unos 300 metros de la playa entramos, sin pagar entrada, a la ya conocida como "piscina de olas" de Baiona. ¿Para qué ir al parque acuático de Cerceda? ¡Aquí es gratis! Para que os hagáis una idea, es como una lancha en alta mar que se mueve al son que marcan las olas, o así me sentía yo. Te llevaba para delante y de repente hacia atrás, otra vez para delante... aún encima, era muy difícil ver las boyas y tenías que estar continuamente levantando la cabeza. Menos mal que llevaba a unos cuántos delante y confiaba en que ellos no se equivocaran. De esta forma llegamos a la 2ª boya, en la que había que girar a la derecha e iniciar el retorno hacia la segunda playa. Aquí confiaba en que la diversión se calmara o al menos nos empujara a favor. Nada. A seguir "bailando".
Qué rabia, con lo cómodo que iba y las ganas que tenía de nadar. Ahora lo único que quería era salir de allí, porque aún encima nos daba el Sol de cara y no se veían las boyas. Buff, sálvese quién pueda. No me quedó otra que tratar de relajarme, pelear contra el agua y dejar que fueran pasando los minutos para irme acercando a la orilla. Eso sí, la sensación era de no avanzar. Después de sugerirle a uno que dejara de tocarme los... pies, me doy cuenta que el grupo al que sigo se ha equivocado y hemos ido demasiado recto, así que giramos de golpe a la derecha para encarar la recta a la playa, que se me hace interminable, creía que no llegaba nunca. Pero finalmente consigo poner pie a tierra con los ánimos de Patri y pisando la alfombra azul hacia boxes. El tiempo, 30' 28" (parcial 170), mejor de lo esperado después del baile que me había pegado. Eso sí, a casi 12 minutazos de Uxío Abuín (el gran favorito y ganador a la
postre), vaya joyita. Mientras corro hacia la T1 veo por delante a Pablo Franco, buena señal porque creo que el año pasado salía antes que yo del agua. Parece que al final no lo he hecho tan mal. Aún encima, encuentro la bici a la primera, estoy en racha. Claro que todo no puede salir tan bien, así que tardo una eternidad en quitar el neopreno, secar los pies, poner los calcetines, las zapas (llevé la cabra y no me subo muy seguro con las zapas en las calas), el casco, coger barrita... en fin, que me tiro cerca de 3 minutos "haciendo el ganso" para salir por fin a despedirme de mi "querida cabra", a la que no he conseguido acostumbrarme y sacarle todo el jugo que lleva guardado. Pero mientras, tocaba aprovechar sus
 cualidades para escalar posiciones sobre las 2 ruedas. No sé si con el viento que soplaba sería muy fácil, pero había que intentarlo.

SECTOR CICLISTA (40 km - 2 vueltas)
Por delante, 2 vueltas a un circuito prácticamente llano (con un par de repechos y, eso sí, con mucho viento) entre Baiona y A Guarda de los que me gustan a mí, sin drafting. Por eso en esta ocasión mi compañera de batallas sería mi cabra "Specialized Transition" con las ruedas de perfil 50, aquí el único que podía fallar era "el jinete". Así que cruzo la línea, doy unas cuantas pedaladas de pie y me acoplo. A todo gas. Los primeros minutos del sector ciclista suelen ser muy movidos. Adelantas a varios y otros cuántos te adelantan a ti, cada uno buscando su ritmo y su posición. Yo a lo mío, buscando la frecuencia perfecta para el trazado de la impresionante costa gallega que
se proyectaba ante mis ojos. Parece que la ida va a ser rápida, no sopla demasiado el viento y bajo piñones para aumentar la velocidad. Cuando llevo unos 3 km adelanto a mi compañero Pablo, nos damos ánimos y sigo buscando referencias y exprimiendo la cabra, las sensaciones son buenas dentro de mis posibilidades. La carretera es muy buena, pocas curvas cerradas y perfecta para dar el 100% sin peligro. Cuando llego a la mitad de la vuelta me cruzo con Uxío, que ya le saca más de 5 minutos al segundo, va sobrao. Desde aquí hasta el final de la vuelta me entretengo contando a los que llevo por delante, más de 160 antes de llegar al giro. Entre ellos Jesús de mi equipo, que me saca 3 o 4 minutos y varios tricolegas más. Toca echar el resto. Pero nada más dar el giro me doy cuenta que la vuelta no va a ser tan plácida. De repente la carretera se inclina lo justo para no ir cómodo y el viento hace acto de
presencia. Estaba claro, no iba a ser tan fácil. Además, a estas alturas cada uno hemos encontrado nuestro hueco y es bastante complicado adelantar, a no ser que pegues un arreón de los que te dejan las piernas calentitas. No me queda más remedio que mantener las distancias, pelear contra el viento y, de vez en cuando, apretar los dientes y pasar a alguno. Llego al final de la 1ª vuelta y las sensaciones son algo contradictorias. Creo que no lo estoy haciendo mal pero sé que lo podría estar haciendo mejor. Pero mi cabeza está en "modo disfrute" y no encuentro el cartucho de "modo competición", así que sigo igual. Ahora ya me conozco lo que queda, por lo que decido apretar un poco más en la ida y cazo a Jesús, que me avisa que la vuelta va a ser dura. Decido no hacerle mucho caso (error) y sigo a tope. Giro en el cono y... ¡plas, en toda la cara! Como si hubiera cambiado de escenario, el viento es más fuerte que antes y en los repechos casi no avanzo; por no decir que en las bajadas no paso de 25 km/h. Casi imposible adelantar, no me arriesgo a una sanción por tirarme 1 minuto adelantando para llegar con las piernas asfixiadas a correr, así que agacho la cabeza y a intentar mantener el ritmo y no perder mucho tiempo, pensando ya en el último sector. Voy tan concentrado y con ganas de llegar que únicamente le doy 2 sorbos al bidón de agua y no tomo ni gel ni barrita. Espero
que no me pasen factura en mi segmento favorito. Y después de completar las 2 vueltas bajo de la cabra parando el crono en 1h 16' (parcial 120, a 12 minutos de los cracks). A ver, mirándolo por el lado bueno "sólo" me han sacado 12 minutos algunos de los mejores triatletas gallegos, pero por el lado malo es que sólo han sido 40 km. En fin, el que no se contenta es porque no quiere. El bajón me vino al llegar a boxes y ver que había un montón de bicis, muchas más de las que yo pensaba. Buff, creía que no lo había hecho tan mal. Dejo la bici, quito el casco, pongo las zapas, cojo un gel, la visera, giro el portadorsal y... ¡a remontar!

SECTOR CARRERA (10 km - 3 vueltas)
El objetivo estaba claro, demostrarme a mi mismo que los meses de entreno han servido, al menos, para mantener la progresión de menos a más en los tris. Por delante, 3 vueltas a un circuito a pie espectacular, dando primero una vuelta al Parador y luego callejeando por el Casco Histórico de Baiona con un repecho de los que hacen daño si vas "algo cascao". Por lo demás, prácticamente llano salvo otro pequeño repechín nada más salir de los boxes (y al iniciar cada vuelta). Nada más salir, acumulo ácido láctico en el repecho y paso a 3, por lo que me gano los aplausos de la gente que me anima diciendo que llevo muy buen ritmo.
Esto hace que me venga arriba y por fin consigo encontrar el cable que conecta el "modo ataque sin piedad" y entro de lleno en la partida, visualizando objetivos sin parar. Algo no muy complicado, puesto que iría en torno al 150 o así. Aquí, al contrario que en la natación, llevo un puntito más que el resto y voy demasiado cómodo, tanto que me parece que estoy volando (cuando en realidad no era así). Es lo que tiene pasar a gente que va mucho más despacio, pero es lo que toca, mi sitio en estas pruebas de triatlón. Volvamos a la carrera. Después de la subida tengo que sujetar la gorra durante unos 200 metros para que no me la lleve el viento, ya me arrepiento de haberla cogido. Total, el calor aprieta y no me ayuda demasiado, con las gafas ya iba servido. Pero la aprieto bien y paso a otro, otro... casi ni me paro a ver las increíbles vistas del mar por la zona del Parador, Galicia Calidade. Termino la vuelta, pequeño repecho frente a la playa en la que se dio la salida a la natación y salgo del Parador viendo a gente muy cascada, supongo que por exprimirse demasiado contra el viento en el sector ciclista. Por lo que se ve yo no lo he hecho y me encuentro "a tope de power". Así que aprovecho para coger un agua (el único avituallamiento de toda la carrera, para mí un error de los organizadores), me la echo por la cabeza, le doy un sorbo y a seguir. Después de una pequeña recta por el
paseo llena de gente animando, giro a la derecha y entro al casco histórico, toca callejear también con mucho ambiente, me lo estoy pasando pipa. Otro pequeño repecho que salvo con fuerza (alguno casi va andando) y enfilo unas rectas que pican hacia abajo aumentando zancada y frecuencia. Llego de nuevo a la zona de boxes y hay mucho ambiente; escucho los ánimos de Patri (aunque no la veo) y encaro de nuevo el repecho de inicio de la 2ª vuelta a tope. Para animarme más, paso a Juan, de Esteiro, con el que suelo llegar a meta, pero va fundido y no me cuesta mucho pasarle. Le doy ánimos y sigo a buen ritmo. Quizás es uno de los problemas de no llevar reloj, viendo el tiempo final a lo mejor podría haberme exprimido un poco más. Vuelta al Parador, entro en el casco histórico y... ¡me adelanta uno! Me toca el orgullo, al salir tan atrás no suelen pasarme e intento seguirle, pero lleva una marcha más y a los 200 metros veo que es perder el tiempo (después vi en la clasificación que hizo el 7º parcial, animaliño). Aún así, no bajo la frecuencia e inicio la 3ª vuelta con muchas ganas y preguntándole a los voluntarios que por dónde se iba a meta, porque no tenía ni idea. La respuesta de uno fue: "por aquí no". Vale, me lo has aclarao. Así que doy última vuelta al Parador sin tener ni idea de dónde está la meta. Con lo bien que iba y los nervios por no saber "a dónde tengo que ir"
me olvido de tomar el gel, así que me casco toda la prueba sin comer nada y con 3 sorbos de agua, entreno para futuras pruebas de fondo. En la 3ª vuelta ya me cuesta más adelantar, vamos más espaciados y la gente no va tan despacio. Aún así, no me guardo nada y adelanto a varios hasta que encaro la recta del paseo y uno de los voluntarios consigue decirme por fin que la meta está a 200 metros todo recto. Miro hacia atrás pero el cambio de ritmo de la recta anterior me ha dejado "sin rival al sprint", así que puedo tomarme con calma la entrada en meta. Muy contento y con fuerzas decido brindar un último apretón a la gente, que lo agradece con aplausos y paro el crono en 2h 25' 53", puesto 73º de 292 finalizados y parcial 18º en carrera con un tiempo de 39' 24" en el 10000. Vamos, que no está mal, pero así como en la natación me doy con un canto en los dientes, sé que en la bici y la carrera a pie podía haberlo hecho mejor. Además, otros tricolegas con los que suelo llegar lo han hecho bastante mejor que yo sacándome entre 5 y 7 minutos y esa es la espina que me queda. De todas formas, buenas sensaciones, buen estreno, con ganas de más y, mientras me como el riquísimo bocata de jamón serrano que daban con el avituallamiento final y disfruto del fantástico día en un marco incomparable, pienso ya en el siguiente reto, dentro de 7 días en "El Soplao"... ¡hasta la próxima!

 - No creo que haya un sitio ni circuitos más espectaculares para hacer un triatlón (salvando el Xtrm coruñés o el Half de Riaño).
- Sin colas para recoger el dorsal
- Ambientazo, de campeonato gallego
- Avituallamiento final: powerade, bocata de jamón, fruta...
- Sin drafting: además, se respetó bastante, no vi ningún jeta chupando rueda.
- Duchas a 300 metros (aunque no las utilicé).
- Página web bien estructurada (aunque con escasa oferta hotelera, otro punto importante a mejorar)
- Solamente un avituallamiento en el sector de carrera (botella de agua, ni aquarius, ni fruta ni nada). En la bici nada.
- Meta no indicada, me consta que no fui el único que no sabía dónde estaba y algunos se equivocaron e hicieron metros de más.
- Última boya en el agua... ¿desaparecida? Yo no la vi, o estaba mal colocada o el Sol impedía verla, pero hizo que nadáramos un rato más de lo deseado.
- Dificultades para aparcar, casi 30' buscando sitio (punto importante que no se suele tener en cuenta en pruebas de estas características).
- ¿La hora? Es que te obliga a comer a la 1 y a los que tenemos que viajar... ¿no podría ser a las 5?


En resumen, y a pesar de tantos "peros", está claro que este triatlón tiene que ser un "fijo" cada año para todo el que le guste este deporte y que, limando algunos pequeños detalles, podría ser una cita de las series mundiales sin ninguna duda. Ahí lo dejo, espero repetir el año que viene. 

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