jueves, 10 de octubre de 2013

49ª COMPETICIÓN: VII C. P. CORUÑA 10: ARRANCANDO...

Domingo, 6/10/13, 11:00 h.
VII Carrera Popular CORUÑA 10
Distancia: 10 km
Inscripción: 5 euros
Dificultad: baja
Tiempo: 40' 42"
Tiempo del 1º: 29'46" (-10' 56")
Puesto: 365º de 2420
Avituallamiento: agua, powerade, pan, fruta (+ camiseta)
Trayecto desde Betanzos: 25 min - 25 km
Puntuación: 7/10
Repetiría: SI

Aún con la cabeza metida en la 2ª temporada, llegaba este clásico en mi calendario que marca el inicio de mi 3ª temporada de tri y me despierta del sueño de mis 3 semanas de parón deportivo. Toca volver al trabajo, aunque el coco todavía no ha desconectado. Mal asunto, así que lo haré de forma muy progresiva y escuchando al cuerpo y sobre todo a la cabeza.
8:00 h. "Buff, para que me dejo liar". Unos días antes mi cuñado Marcos me anima a que participe en la prueba. Sin ganas, al final la participación de mis sobrinos en la carrera de menores decanta la balanza a iniciar la temporada antes de tiempo. Y es que las 3 semanas de parón se me han pasado volando. "¿Otra vez a empezar? Tierra trágame". En fin, arriba. Como aún es temprano, aprovecho para ver la salida de la Fórmula 1 (que es lo más interesante) y desayunar. Esta vez sí, teniendo en cuenta que no tengo que preparar la mochila como en el tri, salgo con tiempo para ir a recoger el dorsal. Llego a las 9:30, más sólo que la 1. Patri esta vez decide quedarse, ya iba a estar muy bien acompañado por los compis del club. Aún le quedan muchas. En la zona de meta no hay casi nadie. Eso sí, hace un frío que pela. Menos mal que la carrera es tarde.
Al haber llegado tan temprano aparco sin dificultad por los alrededores y voy al Casino, donde me espera Juan (de mi club) que muy amablemente me ha cogido el dorsal, evitándome colas y prisas (¡muchas gracias!). Comentamos un poco la temporada y las perspectivas para la siguiente. Llega Fede y mientras charlamos se va acercando la hora. Mientras ellos se preparan salgo de nuevo a la "zona 0". Ya hay ambiente. Pero sigue haciendo frío. Veo a mi cuñao Marcos, que está con Alberto y Carlos, otros colegas que se están animando al tri. También está Carlos, de mi club. Nos ponemos a calentar y sigo
con la sudadera. Tras 10 minutos de trote y un par de progresiones, ya me sobra. A falta de 5 minutos, nos dirigimos a la salida. Como mi objetivo es iniciar la temporada, me coloco con Marcos (mi cuñado) y Alberto en el cajón de 47 a 53 minutos (mi marca es de 38...). A pesar de todo, hay nervios. Debe ser genético. Como siempre, los colores están mezclados y las cintas que separan los cajones se rompen. Ya es tradición. Se da la salida y tardo casi 20 segundos en cruzar la línea. Temperatura perfecta, ambientazo y objetivo: hacer de liebre de mis 2 guardaespaldas. El primer kilómetro sigue la hoja de ruta, zigzaguear a 
izquierda y derecha buscando adelantar posiciones sin acelerarse demasiado. A los 500 m. me pasan Marcos y Alberto. "Tranquilos, queda mucho". Ni caso. Les sale el lactato por las orejas y van en busca de su mejor marca. Resoplo y les persigo. Los cazo un poco más adelante, después de hablar un rato con Carlos (otro runner betanceiro) y les digo que dejen de hacer el tonto y me sigan, que vamos a hacer 40 minutos. Mientras hablo me noto un poco sobrao. No sé siquiera si seré capaz de hacerlo a estas alturas de temporada. Además, llevo las piernas cargadas de la sesión de bici+carrera del día anterior. Pero fue lo único que se me ocurrió decirles para que aflojaran el ritmo de suicidio que les haría explotar en el km 5. Miro el reloj. Hacemos los
 2 primeros kilómetros a ritmo de 4 min. Vamos bien, mejor de lo esperado. Al final voy a tener que forzar. Mi idea era repetir lo del año pasado (sobre 44 minutos), pero a ver quién le quita la ilusión a estos 2. Así que aprovecho los ánimos de la gente al paso por el Castillo de San Antón e iniciamos la primera cuesta. El sol empieza a calentar y me centro en la respiración. Al final de la cuesta se ve la larga recta de corredores hasta Adormideras. Como corre la gente. A ver, podría estar más adelante, pero el nivel ha subido mucho. Tampoco voy para tirar cohetes y va mucha gente delante. Sigo marcando el ritmo e iniciamos la 2ª cuesta, la única que te puede dejar tocadito para la 2ª parte de la carrera, la más importante. Aquí me encuentro a Arturo,
del club, que va con su respiración agónica pero sin bajar el ritmo. Al final de la cuesta, empieza para mí la verdadera carrera. Queda la mitad, por el paseo marítimo, picando para abajo. Aprieto un poco y vamos adelantando gente sin parar. Cada poco voy mirando y me siguen sin problemas. Van sobraos. La recta del paseo, a la altura del hotel riazor es espectacular. Se agolpa un montón de gente y te sientes "importante". El ritmo sigue siendo el planificado, todo va según lo previsto. A la altura del playa club (km 7) ya se ve a la cabeza de carrera enfilar la recta de Rubine. Van como flechas, casi no tocan el suelo. Este tramo también me gusta mucho. Te vas cruzando con gente conocida y marcas las 
referencias. Un poco antes del giro en la Casa del Agua, veo a Juan Sotomayor y a Fede un poco más atrás, carrerón de los 2. Miro hacia atrás y Marcos empieza a ceder. Lo animo y dice que siga. Pero como buena liebre aflojo un pelín y mantengo la distancia. Ya en la Plaza de Pontevedra, veo que Alberto tiene ganas. Así que decido tirar un poco más hasta la entrada a los Cantones. Ahí le digo que tire que va a hacer 40 minutos y me paro a esperar a Marcos para ayudarle en este último km, que es el peor, cuando crees que queda poco y faltan 2 rectas que se hacen eternas. Va fundido. Pero no paro de animarle, hasta el punto de ser pesao, y decirle que Alberto está ahí delante. A falta de 500 m. paso a Juan, de mi club, que va muy justito, le sobraron 2 km. Le animo y sigo con Marcos.
Quedan 300 m. y vemos a Alberto. Así que aprieto un poco y entramos en meta un servidor, Marcos y Alberto, los 3 seguidos, consiguiendo los 2 mejor marca personal y parando el crono en 40'42", mucho mejor de lo previsto. Objetivo cumplido. Tras un buen y rápido avituallamiento, charla con los amigos y después a ver a mis sobrinos. Aquí es donde baja mi puntuación de la prueba y donde expreso mi queja formal: me parece increíble la mala organización de las pruebas de menores. Vaya caos. Yo creo que para hacerlas así, mejor no hacerlas. Si secuestran a varios niños nadie se entera. Sí, es duro, pero es lo que viví. Padres y niños mezclados, nadie sabía dónde colocarse, empujones, no se oía al organizador, sin vallas, la llegada un despropósito... Así como la carrera popular es un 10 de organización y ambiente, la de los pequeños me pareció lamentable. Sólo hay que ir a Sada dentro 7 días para ver cómo se debe hacer. Sí, son menos, pero no tiene nada que ver, hay formas y formas de hacerlo. Y si no se sabe o no se puede, mejor no hacerlo. En fin, de todas formas disfruté mucho viendo correr a mis sobrinos, que ya apuntan maneras... ¡hasta la próxima carrera!

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