martes, 28 de agosto de 2012

26ª COMPETICIÓN: XXIII TRIATLÓN DO MIÑO: SIN CHISPA

Domingo, 26/8/12, 11:10h., XXIII Triatlón do Miño  (Final Campeonato Gallego 2012).                                                                                    
Distancia: Sprint: 750 m + 20 km (3 vueltas) + 5 km (2 v.)           
Inscripción: 9 euros.  
Trayecto: 77 km - 1 hora                               
Dificultad: baja (río + circuito de bici y carrera llanos)                  
Tiempo: 1h 13' 56"    Tiempo del 1º: 1h 06' 38" (- 7'18")                 
Puesto: 38 de 77          Repetiría: SI                                     
Avituallamiento: agua, powerade, plátano y barrita (+ camiseta).
8:00 A.M. Suena el despertador y mi cabeza se queja. Mal asunto. Hoy es un buen día para hacerlo bien, aunque mi cuerpo me dice que el cansancio de la semana y la despedida del viernes me pasarán factura. Intento no hacerle caso y que una buena ducha me active para la carrera. No surte efecto. Mi novia me dice que no vaya pero ya estoy apuntado y soy muy cabezón. Además, es el que me falta. Así que desayuno, preparo todo y salimos hacia Lugo. Después de perdernos (por culpa del google maps, en serio) llegamos a recoger el dorsal con el tiempo justo de soltar 5 minutos y dejar todo en boxes. Mi carrera es la popular sprint de las
11:10 h. Antes se disputa, como siempre, la prueba popular mini-sprint a las 10:00 h y después de la nuestra la carrera élite a las 12:30 h., hoy con el campeonato gallego en juego. Así que sin tiempo que perder me enfundo el neopreno y al río. La verdad es que el agua estaba perfecta (con el neopreno, claro). Si no fuera porque es la carrera hasta apetecía nadar. Pero la verdad es que estaba desganado. Creo que tantas pruebas seguidas restan valor a la prueba. Mala señal. Visualizo el circuito, hay que nadar hasta la 3ª boya y volver por el otro margen. Salgo del agua. Ya es la hora.
Algo falla. Hay gente que sigue calentando. Y el tiempo pasa. Son casi las 11:30 h y seguimos esperando (menos mal que hace buen tiempo). Creo que es porque todavía no han llegado algunos con la bici de la carrera anterior e igual podemos cruzarnos. Aunque nadie nos da ninguna explicación. Pasadas las 11:30 h. las chicas se lanzan al agua y nosotros nos preparamos para la salida. El río es amplio y busco una "zona despejada". Se da la salida y mis brazos se activan, a mis piernas todavía les cuesta. Creo que llevo una buena frecuencia, levanto la cabeza y ya veo al gran grupo a 50 metros. No lo entiendo. O sí. Hay que mejorar. De todas formas, sigo nadando como si estuviera en la pelea. Llego al giro y al menos nado acompañado, aunque los primeros ya se me han escapado. Intento aumentar la frecuencia pero a las 3 brazadas me doy cuenta que no es buena idea, así que intento ir sin prisa pero sin pausa. Completo los 750 m. en 15'27" (parcial 65), a casi 4 minutos del 1º. Tengo que decir que los tiempos de las otras carreras los daba en función del
1º de los élite (ambicioso que es uno). Voy a intentar ser un poco más realista y los voy a dar a partir de ahora con el 1º de mi carrera, por lo que estaré un poco más cerca. Dicho lo cual, salgo del agua como puedo (la salida era un poco rara, una rampa-escalera algo peligrosa, sobre todo si vas a 100 por hora, y teniendo un pontón planito a 20 metros...). En fin, sabiendo que no había hecho un buen sector, trato de hacer una buena transición. Lo consigo y me subo rápido a la bici. Tan rápido que no me preocupo en calzarme las zapas, me digo 'al final de la cuesta'. Cuando levanto la cabeza ya era tarde y tengo que hacer los 50 m. de rampa de puntillas rezando para que no se me saliesen los pies de las zapas. Cuando llego arriba, casi sin aire, los que subían delante de mí me sacan unos 15 m. y mientras cojo un poco de aire pienso que ya los cogeré ahora. Gran error. En menos de 15 segundos forman un grupo y sólo me da tiempo a desearles buena carrera mientras me doy cuenta que mis intentos por cazarles ya son vanos. Por listo. Ahora a sufrir.
El circuito ciclista, quitando la rampa de 50 m. del principio, se compone de 3 vueltas casi llanas con un pequeño repechito, sumando 20 km. Cuando digo casi llanas me refiero a que los ciclistas buenos lo hacen todo en plato grande y los que somos simples aficionados vamos cambiando de uno a otro en función del sufrimiento de nuestras piernas. Así que después de ver cómo se escapaba mi oportunidad de lograr una buena clasificación, me agarro al primero que me adelanta. Casi toda la 1ª vuelta voy detrás de él, guardando fuerzas. De repente nos adelanta otro y me lanzo a por él. Conseguido. Cuando miro para atrás, el que iba tirando se engancha a mí y ya somos 3. No llevamos un mal ritmo pero no somos capaces de acercarnos a nadie, se rueda bastante rápido. En la 3ª vuelta aprovecho el repecho para "probar una escapada" y consigo distanciarme hasta perderlos de vista. Pobre infeliz. Después de media vuelta tirando en solitario, nada más girar veo que mi grupo está a punto de cogerme. Bebo un poco y me resigno. Me pasan
tan rápido que casi no puedo seguirlos, tanto esfuerzo para cansarme más de la cuenta. Lección aprendida. Aguanto como puedo lo que queda de vuelta y me preparo para la transición. Completo el sector ciclista en 38'34" (parcial 36) a 3 minutos del mejor en este sector, no está mal. Al bajar de la bici el de delante se cae. Le pregunto si está bien y sigo corriendo, viendo que se levanta perfectamente y sigue. La transición se me hace larga porque la bici va rebotando por unas piedras y me cuesta llevarla con una mano. Novato que es uno. La dejo y me calzo las zapatillas con ganas de hacer un buen sector de carrera, 5 km a un bonito circuito al que había que dar 2 vueltas. La idea está clara, es la de siempre. Tirar todo lo que pueda, aún sabiendo que el puesto no va a ser bueno. Así que empiezo a adelantar a cuentagotas. En un primer repecho me cuesta coger el ritmo y me siento incómodo, pero aún así voy adelantando. Después de la 1ª vuelta recupero unas 10 posiciones y esto me anima. Acelero un poco más y sigo pasando a gente, viendo a lo lejos a
Rómulo del Beariz, mi club, con el que casi siempre coincido cerca de meta. Esto me da un plus pero mis piernas no responden. O mi cabeza. Veo mucha distancia y no soy capaz de incrementar el ritmo. Me separan unos 100 m. y faltan 500 m. Intento sufrir y me voy acercando, pero veo que no va a ser suficiente. Y no lo es. Me falta la chispa de otras carreras y la motivación. Completo el parcial de 5 km en 19'57" (parcial 17), a menos de 2 minutos del más rápido, ni bien ni mal. En la línea de la carrera. Entro en meta en 1h 13' 56" en el puesto 38 (de 77 que acabamos) a 7'18" de Pedro Escolante, que casi siempre gana esta prueba popular sprint. No fue una buena carrera. Aunque el circuito y el tiempo acompañaron. Después de varias pruebas me doy cuenta que me van mejor los circuitos rompepiernas. Los sufro mejor que la mayoría. Y salir tan atrás en la natación es un lastre insalvable para pelear por los primeros puestos. Toca seguir entrenando. Después del esfuerzo, a celebrarlo con un powerade y un plátano, viendo a los pros jugarse el
Campeonato Gallego. Mis apuestas, después de conocer un poco el mundillo este verano, eran claras: los de siempre. Es decir, los que ganan todas las pruebas. En chicas, una espectacular Aida Valiño ganó casi con la gorra, marcando 1h04'30" (9'30" menos que yo...), sacándole casi 3 minutos a Melina Alonso y 4'32 a Saleta Castro. En chicos, ganó Oscar Vicente, y perdonar mi ignorancia, pero no me sonaba ni el nombre. Aunque para ganar la prueba tiene que ser un crack. Paró el crono en 57'35" (16' menos que yo...), sacándole 12" a Pablo Dapena y 34" a Antón Ruanova, que completaron el podium. Y yo, muy feliz de verlos, como simple triatleta aficionado y reconvertido, aunque he de decir que duele un poquito que te saquen tanto tiempo. Es otra dimensión. Pero objetivo cumplido. Carrera terminada y en mi media. Objetivo para esta semana: oxigenar cuerpo y mente para llegar en las mejores condiciones posibles a mi debut en el triatlón olímpico de Coruña del domingo que viene. Esa ya será otra historia y un gran reto... ¡hasta la próxima carrera! Ah, ¡felicidades a Aida y a Oscar!
Aquí os dejo una última foto con mi inseparable fotógrafa y animadora Patri...
 

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